Hay autores que tiene superpoderes y José Carlos Andrés es uno de ellos. Consigue que los peques más calladitos hablen, que el amor sea AMOR con mayúsculas se lo profese quien se lo profese, que las mamás más agotadas esbocen una sonrisa al verse transformadas en mamás maravillosas, que los malos del corral dejen de burlarse de los demás, que los piratas y los niños descubran que lo que no existe no ha de ser temido… ¡Y tiene muchos más poderes!
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Los Indios Pieles Rosas«, su último álbum ilustrado para Jaguar Ediciones, convierte algo no demasiado molón para los peques en ¡toda una aventura! Y es que… ¿A quién le apetece dejar de jugar para bañarse? Las madres, que somos unas corta rollos ;).
Los temibles Indios Pieles Rojas (sí, ahora son rojas, espera) habían pasado la tarde cazando en el Parque del Cañón del Colorado, como es de suponer, esta actividad les había dejado un pelín sucios (de la cabeza a los pies)… No se salvaba ni un centímetro de piel, vaya.
Cuando llegaron al campamento se prepararon para la lucha. Cada uno de los temibles Pieles Rojas cogió lo imprescindible para comenzar la agotadora batalla que veían avecinarse… Sombreros, plumas, paraguas (¿paraguas?) y… ¡Patatas fritas! Será que la lucha da hambre…
De pronto, la Jefa Mamá Soparrica apareció para ordenar que la lucha…. digoooo, la ducha comenzara. Pero la tribu no estaba por la labor.
– ¡A la ducha, no! ¡A la hoguera! – gritaban enloquecidos.
Pero La Gran Jefa Mamá Soparrica tenía más recursos para mandar a esos traviesos Indios Pieles Rojas a la ducha, y con divertidas rimas (y apelando a su valentía, todo sea dicho) logró que, en fila, uno a uno, fuesen pasando por la ducha demostrando así que no había nada que les atemorizara ¡ni siquiera una jabonosa ducha!
Y con la ducha, además, los intrépidos e incansables Indios Pieles Rojas descubren que su piel ya no es del color que ellos creían…
Ahora son los Indios Pieles Rosas 😉
Una divertida, loca y simpática historia de las que nos gustan, de las que sirven para reír con el texto y pasar un buen rato contemplando las ilustraciones tan llenas de detalles. Bonito álbum ilustrado lo mires por donde lo mires, que anima a la teatralidad, a salirse incluso del guión añadiendo mil locuras más… Y con un bonito mensaje final.
Personalmente, como madre, me encanta la enorme figura de la madre como un ser protector, que organiza con amor y que logra hacer (de manera muy inteligente) que algo no muy divertido termine siendo el mejor final para una historia de Indios… 😉
+INFO:
Título: Los Indios Pieles Rosas
Autor: José Carlos Andrés
Ilustradora: Sonja Wimmer
Editorial: Ediciones Jaguar
Edad: +3 años
ISBN: 978-84-17272-04-3
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2 Comentarios
Susana
09/02/2023 10:07 amHola, quisiera mostrar mi preocupación por la este cuento Los indios pieles rosas.Este cuento no transmite valores positivos ni educativos a menos que pretendas adoctrinar a tus hijos e hijas en la discriminación de etnias y el racismo. Es un cuento que atribuye aspectos negativos a las personas por la etnia a la que pertenecen y que termina con un baño que cambia su piel de color en una clarísima alusión a que la piel blanca o sonrosada es mejor que la piel de otro color. Espero que cuentos como este se retiren y otros no vean la luz. Tenemos que mirar con ojos críticos lo que leen nuestros hijos porque una bonita apariencia no significa que sea un buen libro. Gracias por tener en cuenta mi opinión
Nessa
09/02/2023 12:38 pmHola, Susana:
Lamento que tu lectura del libro haya sido tan negativa. Los cuentos que reseñamos en el blog son los que nos han gustado por diferentes motivos y créeme que no todos los que han llegado a nuestras manos han pasado ese filtro. En este caso, «Los indios pieles rosas» pretende poner el foco en el problema que hay con los peques a la hora de la ducha en muchas ocasiones. Los niños y niñas han jugado y se han manchado su piel, que no cambia aunque se duchen, solo se quitan la suciedad (provocada por un juego, que podría ser cualquiera).
Por otro lado, conociendo al autor personalmente, te puedo comentar que ni de lejos hubiese querido transmitir a los pequeños lectores lo que nos comentas. Es todo mucho más inocente y simple. Insisto, lamento que lo hayas interpretado o recibido así. Te invito a charlar con él o con la editorial para que puedan exponerte sus puntos de vista.
Muchas gracias por tu opinión. Un abrazo.
¡Déjame tu comentario!