La mujer gigante.

El viernes pasado pudimos hacer, por fin, una visita a LA MUJER GIGANTE. Llevábamos un tiempo queriendo ir pero al final entre unas cosas y otras lo fuimos dejando y hasta ahora…
El caso es que en el trimestre anterior Gololo tuvo el proyecto del cuerpo humano y uno de mis sobris ( de 4 añitos, para 5 ya) también. Una de las excursiones que ellos hicieron fue, precisamente, a la Mujer Gigante.

Muchos de vosotros ya la conoceréis, sobretodo si sois de Madrid porque la susodicha está en el Parque Europa, en Torrejón. Se trata de la figura gigante de una mujer a cuyo interior se puede acceder para ver cómo es por dentro.

“En la sociedad actual la ciencia es un instrumento indispensable para comprender el mundo que nos rodea y sus transformaciones, así como para desarrollar actitudes responsables sobre los aspectos ligados a la vida y a la salud.
En este contexto, La Mujer Gigante representa un novedoso método de aprendizaje, que gracias a la integración de la robótica, animatrónica y de los avances informáticos, proporciona a sus visitantes un conocimiento de la realidad construido a partir de sus propias experiencias.
La Mujer Gigante nos ofrece un viaje muy peculiar al interior del cuerpo humano, donde los efectos de sonido, luz y la textura del material, permiten simular de la manera más real posible, el funcionamiento de todos los órganos y tejidos que componen nuestro organismo.
Entrada – Escenario compuesto por una carpa cerrada y climatizada, cuya escenografía recuerda el interior de una unidad de esterilización. Es el lugar dónde los monitores-guías explican al público el recorrido y los aspectos más importantes del viaje.





Cabeza – La cabeza de La Mujer Gigante constituye la entrada al espacio virtual. Entre la parte interior de la mejilla y las encías, se observan los dientes como estructuras vivas, la lengua con sus papilas gustativas y las amígdalas.












Desde ahí y gracias a una incisión realizada en el paladar, se pueden observar las fosas nasales, los globos oculares, los nervios, el cerebro, el cerebelo y el bulbo raquídeo.







Caja torácica – Empezando con el aparato respiratorio, se pueden apreciar el funcionamiento de la laringe, la tráquea y los bronquios. Los visitantes, que tendrán que tener cuidado con la epíglotis en movimiento, podrán seguir la visita descubriendo los pulmones, los bronquiolos y los alvéolos pulmonares, donde comprobarán la influencia negativa del tabaco. Continuamos el recorrido observando el aparato circulatorio, con los palpitantes movimientos del corazón y la circulación de la sangre por las venas y arterias.


Estómago – En el estómago observamos el cardias, los jugos gástricos, que salpican a los visitantes, el píloro, el hígado, la vesícula biliar, el páncreas, el bazo y la columna vertebral. En este escenario el suelo oscila simulando los movimientos del proceso de digestión, momento en el que los jugos gástricos convierten los alimentos en una papilla, el quimo.


Abdomen – Continuamos la visita atravesando el píloro y accediendo al abdomen donde podemos apreciar: los intestinos, donde encontramos las vellosidades intestinales, el aparato excretor, compuesto por los riñones, los uréteres, la vejiga, la uretra y las glándulas suprarrenales. Observamos como se depura la sangre para a continuación acercarnos al útero. Veremos el saco amniótico y el cordón umbilical. Con las contracciones observamos los movimientos del feto (cara, cabeza, ojos y extremidades) y en el momento del parto, el bebé estira las piernas para poder salir al exterior.»

En su web tenéis la info de horarios, precios… También para reservas de grupos. Los peques pagan a partir de 4 añitos.
Comentaros que aunque en la web pone que hay rampas y acceso para los carritos (que sí hay rampas) no hay sitio para entrar con ellos; el interior de la Mujer Gigante es más bien estrecho. Yo tuve que estar con Toin en brazos toda la visita… Que sí, que el muy vagazo anda, corre y lo que se tercie, pero el sitio es oscuro y algunos niños se asustan, así que para que estuviera tranquilo pues tocó hacer brazo…

A ellos les gustó mucho y fue una actividad educativa y original que hacer en el Parque Europa.
¿Os animáis?

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