#Minimad: Titanic, the exhibition


Vamos a por nuestro segundo #Minimad, ¿te apetece? Hoy te propongo navegar, pero con un final mucho más feliz que el que tuvo el Titanic. Seguramente ya sepas que el barco más famoso de la historia ha atracado en nuestra ciudad para que todos, mayores y pequeños, podamos adentrarnos más en la leyenda. Objetos personales, mobiliario del barco, zona interactiva, maquetas, historias personales… Todo esto podrás encontrar en las ocho salas en las que se desarrolla Titanic The Exhibition.

EL NACIMIENTO DE UNA LEYENDA

«La leyenda del Titanic comenzó durante una noche de verano de 1907 en una mansión de Londres, Reino Unido. Fue entonces cuando Lord James Pirri, de los astilleros Harland and Wolf, planeó junto a J. Bruce Ismay, director gerente de la compañía naviera White Star Line, la construcción de los tres barcos más grandes y magestuosos del mundo: el Olimpic, el Titanic y el Gigantic (que pasaría a llamarse Britannic tras la tragedia del Titanic).


Los buques de Ismay y Pirrie constarían, además, de una tercera clase para viajar y, a un tiempo, harían gala de un lujo inimaginable; algo que nunca había sucedido en la historia de los transatlánticos de vapor hasta el momento. Sus interiores podrían competir y superar, con creces, a los mejores hoteles y restaurantes y serían tan seguros que podrían declararse “prácticamente insumergibles”, gracias a un novedoso sistema de puertas estancas instalado en los barcos.
La construcción del «buque de los sueños» comenzó el 31 de mayo de 1909 y pronto, incluso antes de zarpar, comenzó a convertirse en leyenda.


Y es que el Titanic poseía, entre otras, las comodidades de las que muchos de sus pasajeros nunca habían disfrutado, ni siquiera en sus hogares, como luz eléctrica y estufas en todas las habituaciones.
Aún así, las ceremonias que muchos pensaron que tendrían lugar en la botadura del Titanic, el 31 de mayo de 1911, no ocurrirían jamás. Era el número dos y, a pesar de que era un día festivo en todo el país, la sombra de su buque gemelo había eclipsado nuevamente al Titanic. Un almuerzo y una posterior cena para los invitados más distinguidos fue todo lo que ocurrió. Después, todo el mundo se fue a casa

La exposición estará hasta el próximo 6 de marzo en el Centro Cultural Fernando Fernán Gómez (que acoge exposiciones tan interesantes como, en su día, la de los guerreros Xi´an). Te aconsejo que saques con antelación la entrada a través de internet porque suelen completar el aforo y si vas sin ella probablemente no puedas entrar. El horario que elijas te servirá para una hora, es decir, si escoges la hora de las 10 no hace falta que llegues corriendo a en punto, sino dentro de esa hora (de 10 a 11). Los lunes el precio es de 6€, que está fenomenal, y el resto de días 10€ (salvo findes que sube a 12€). Los niños pagan a partir de 7 años (los lunes 6€ y el resto 9€).
Al entrar, si quieres, puedes hacerte una foto en la pasarela de entrada. ¡Qué nervios!

El recorrido está explicado mediante unas audioguías que, al menos nosotros, tuvimos que compartir. Como éramos impares (nos acompañó mi suegra) fue un poco lioso porque el pequeño, Toin, se quedó sin audio, aunque tampoco lo quiso cuando le ofrecimos los nuestros. Así que si tus niños son mayores de cinco o seis años seguramente lo disfrutarán, los más pequeños no. O son bebés y entras con el carro y ellos están cómodos o estar 90 minutos con un recorrido establecido y sin audioguía (que aunque la tuviesen tampoco sé si le sacarían todo el provecho) se les hace pesado. Teníamos que haberle llevado en carrito y hubiese ido jugando al móvil.

Pero Gololo, de seis años lo disfrutó y alucinó con todo. Tras escuchar cómo se originó la creación del Titanic, nos fuimos adentrando más en las historias personales que había dentro del buque «insumergible».

Muchas familias de los pasajeros del Titanic han prestado objetos personales para darle más calidez y humanidad a la exposición: joyas, diarios, cartas, ropa…etc, es por ello que no están permitidas las fotos dentro del recorrido (siempre hay gente que no lo respeta, y más con los móviles…). Todas las fotografías de este post, y muchas más, puedes encontrarlas en su página de Facebook.

Pero, sin duda, lo que más nos gustó fueron las recreaciones de los camarotes de primera y tercera clase, la sala de comunicaciones y el «iceberg» que podemos tocar para ver cuánto tiempo aguantaríamos ese frío extremo (aludiendo a que los fallecidos en el naufragio fueron, en su gran mayoría, por congelación y no por ahogamiento).

En definitiva, una exposición que impresionará a los peques si ya conocen algo de la historia de este malogrado barco y encogerá el corazón de los adultos al contemplar, más de cerca, las dimensiones de aquella catástrofe.

Aprovecha el tiempo que esté aquí porque creo que, tras zarpar, tardará bastante tiempo en volver.

4 Comentarios

  • MI PADRE ES GUAPO Y MI MADRE ES LISTA – Blog para Padres Inquietos
    08/02/2016 7:35 pm

    Qué pasada!! Las fotos son muy reales, me parece estar viendo un fotograma de la película Titanic. Ojalá lleguen a Santiago de Compostela y podamos disfrutarla.
    Un besazo!

    • Nessa
      08/02/2016 9:55 pm

      ¡Pues está el collar de la película y salen dotos de la verdadera Kate! Son historias impresionantes… Merece mucho la pena y si pasa por allí no dudes en visitarla. Un beso

  • Eulàlia Carbonell
    08/02/2016 3:21 pm

    Creo que es la misma que vi yo hace unos años en la ciudad de las Artes y las ciencias de Valencia, o almenos se parecen mucho. Es una pasada de plan! Un besote

    • Nessa
      08/02/2016 4:30 pm

      Sí, seguramente, ha dado ya varias vueltas :). Y si tienes la foto en la entrada ¡es la misma, seguro! Está fenomenal, aunque como digo…para niños de 5 o 6 añitos en adelante. Un besazo

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