La educación es una parte muy importante de la vida de una persona a cualquier edad. En última instancia, es lo que demuestra la capacidad humana de consumir nueva información, absorberla y procesarla. Es lo que permite a una persona triunfar en la sociedad independientemente de sus actividades. Vivimos en un mundo volátil e inconstante y es natural que la rapidez con la que uno sea capaz de adaptarse a nuevas condiciones, nuevas realidades y retos, desempeñe un papel decisivo en el lugar que ocupe en la sociedad y pueda conservarlo.
Pero incluso si nos abstraemos del estatus social y el éxito profesional, lo cierto es que nuestra capacidad de adaptación también afecta a nuestras relaciones con las personas cercanas y
no tan cercanas. Es importante que se comprendan mutuamente y se entienda la dirección que toman esas relaciones. Así podrás minimizar las situaciones conflictivas y encontrar las soluciones más productivas para ellas. Tu vida será más armoniosa y pacífica.
¿Estás de acuerdo en que esto suena bien? Pero, ¿cómo conseguirlo?
Tiene sentido dedicarse a la educación desde la primera infancia, cuando el cerebro humano es más receptivo y está más abierto a todo lo nuevo que ofrece el mundo. Por supuesto, esto es peligroso hasta cierto punto, porque el niño o la niña es también más vulnerable. Por lo tanto, para la educación infantil es necesario elegir y crear un entorno controlado y seguro para los peques, dentro del cual puedan adquirir experiencias vitales, evitando muchos de los
peligros del mundo real. Los jardines de infancia y los juguetes son ideales para ello, hablaremos de estos últimos con un poco más de detalle.
Los juguetes como forma de hacer preguntas
En cuanto a su función, los juguetes pueden ser muy diversos. Algunos estarán orientados al desarrollo de la inteligencia emocional, otros fomentarán la aparición del pensamiento lógico, otros darán a los niños y niñas la oportunidad de expresar sus sentimientos. Los juguetes pueden combinar todo esto, y pueden ofrecer otras oportunidades. Pero sea como sea, son oportunidades.
Un montón de posibilidades diferentes.
Por supuesto, en este sentido, los padres y madres debemos pensar seriamente en los juguetes y establecer algunas prioridades. Puede parecer que la elección de juguetes y juegos es insignificante, porque nuestro hijo o hija puede tener un montón de otros juguetes, además, muchas personas ven los juguetes sólo como una forma de entretener o distraer a los pequeños y pequeñas. Sin embargo, la elección de los juguetes va mucho más allá.
El hecho es que el tiempo de un niño o niña es limitado, así como su interés. Además, hay que tener en cuenta sus predisposiciones naturales. En función de ellas, los y las pequeñas pueden preferir determinados juguetes: quienes poseen una buena imaginación, preferirán diversos libros para colorear y juegos constructores que les permitan hacer realidad sus tendencias creativas; quienes desde muy pequeños muestran una gran empatía jugarán con
entusiasmo a diversas formas de relación con las muñecas y muñecos. Sea como fuere, los juguetes educativos para niños pequeños en TickiT.eu y otras tiendas especializadas son una parte muy importante de su desarrollo.

Pensemos que las capacidades más universales son la racionalidad, la creatividad y la
empatía. Son las capacidades más generales que se utilizan en muchos ámbitos diferentes de nuestra vida. Todas ellas son habilidades diferentes, vitales para todas las personas a lo largo de la vida. Y después de todo, los primeros pasos en la formación de la personalidad de un niño/a, se producen precisamente en la infancia. Sus sentimientos e impresiones más vívidos e influyentes que forman la base de su carácter. Por eso los progenitores debemos estar atentos a nuestros hijos/as y apreciar el tiempo que pasamos jugando.
Nunca se sabe cuál de los momentos compartidos dejará una fuerte huella en el alma de nuestros hijos e hijas.
En este caso, los juguetes pueden ser de gran ayuda. A partir del ejemplo de las estructuras que crea un niño o niña con los juguetes de construcción, se pueden hacer conjeturas sobre las ambiciones que le mueven. Examinando la relación entre el niño o la niña y los muñecos, se puede evaluar hasta qué punto entiende las relaciones sociales y si está reproduciendo prácticas negativas y/o violentas.
En otras palabras, para nosotros, los progenitores, los juguetes son una oportunidad de controlar el estado emocional de nuestros hijos e hijas y de cómo absorben la información que tienen alrededor y poder ayudarles a entender algunas cosas especialmente difíciles y aclarar lo que no hayan entendido, si fuese necesario. Es muy importante prestar atención a su desarrollo
para asegurarse de que en el futuro serán personas plenas y sanas, capaces de convivir armoniosamente en sociedad y de alcanzar sus metas sin causarse daño a sí mismos ni a los demás.
Y esto que hemos considerado sólo las características internas de la personalidad. No debemos olvidarnos de la motricidad fina, que también se desarrolla gracias a los juguetes. Así como la capacidad de distinguir mejor los colores, el desarrollo de la memoria y la coordinación. Los juguetes pueden ser sorprendentemente útiles y desarrollarse en muchas áreas diferentes.

Atención y perspectiva a largo plazo
No importa lo útil, variado e interesante de los juguetes educativos, lo más importante es la atención nuestra atención como progenitores. Educar a un niño/a es como cuidar un jardín. Hay que desherbar y asegurarse de que todas las plantas están en armonía entre sí. Es un trabajo muy duro y una gran responsabilidad, pero al recibir nuestros cuidados y apoyo, crecerán como personas buenas y desarrolladas. Y, por supuesto, nos gusta pensar que la elección de sus primeros juguetes ayudarán a allanar el camino hacia un futuro brillante. Y no sólo por su utilidad práctica, sino también por la posibilidad de seguridad y libertad.
El desarrollo, los contactos sociales: todos ellos son aspectos muy importantes de la vida del ser humano como ser social. Pero también le pesan: la responsabilidad, las crecientes exigencias y la afluencia constante de nuevas preocupaciones. Cada uno de nosotros necesita un momento y un lugar para relajarse y desahogarse. Algunos juegan al golf, otros leen novelas de aventuras, y para los niños y niñas este espacio se convierte en un juego. Y paradójicamente, es una función igualmente útil y productiva de los juguetes.
El juego y los juguetes son una garantía de que nuestros hijos e hijas será capaces de afrontar las dificultades de la vida y podrá desarrollar una resistencia al estrés. Por supuesto, si alternan juego y aprendizaje.
¿Has dado importancia a esos primeros juguetes de tus hijos e hijas?
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