Cuentos en verso para niños perversos

Ya tenía yo muchas ganas de traer este libro a la Biblioteca de Gololo&Toin. Estas últimas semanas estamos leyendo textos rimados ya que Toin está trabajando la poesía y la lectura comprensiva de un poema en el cole y lo está disfrutando muchísimo, todo sea dicho.

Y es que los textos rimados son muy atractivos para nuestros pequeños– y no tan pequeños-, tienen una musicalidad y ritmos extraordinarios, nos dan mucho juego a la hora de leerlos, ya que permiten darle a la lectura en voz alta aún más teatralidad. Y si ya le ponemos un puntito más canalla a los cuentos de siempre… ¡Pues triunfamos! Y así pasó con Cuentos en verso para niños perversos, que fue abrir el libro y no parar de leerlo hasta que lo terminamos.

 

Se trata de una loca y divertidísima revisión de los cuentos clásicos que todos conocemos (Blancanieves, Los tres cerditos, Ricitos de oro…) de Roald Dahl, editado por Loqueleo (Santillana) y con ilustraciones de Quentin Blake.

Cuentos en verso para niños perversos

En Cuentos en verso para niños perversos Roald Dahl le da un buen giro a seis de los cuentos más famosos y populares entre los pequeños de la casa, esos que no pasan nunca de moda y que ya a estas alturas han servido de inspiración para otras tantas versiones más políticamente correctas.

Inicia el libro el autor avisándonos de que La Cenicienta, esa historia clásica que conocemos, esa que ha llegado a nuestros oídos, no es la historia auténtica…

Así descubrimos una Cenicienta moderna, que no busca príncipe pelmazo sino a un compañero honrado y buena gente; a una Blancanieves que logra que los enanitos ganen mucho dinero gracias a la ayuda del famoso «espejito mágico» o una «Caperu» que no se anda con tonterías y que va bien armada para que ningún lobo le tome el pelo…

Eso sí, no esperes dulzura en esta revisión, Roald Dahl mantiene un pelín de esa crueldad característica de los cuentos originales que llegaron a muchos de nosotros (a algunos de nuestros hijos ya no sé…) en sus versiones más clásicas.

Unos cuentos, efectivamente, para niños perversos, esos a los que les encanta leer cosas poco correctas, que salen un poco de las normas y hacen disfrutar de la lectura más canalla y sorprendente. Aunque desde la editorial la edad recomendada está en 10 años, creo que desde los ocho son capaces de comprender bien el texto y digerir sin problemas las diferentes historias aunque tengamos que ayudarles con determinadas palabras o expresiones (y si no… ¡a coger el diccionario!). El texto está salpicado de pequeñas ilustraciones en blanco y negro tremendamente expresivas del gran Quentin Blake, tan características de los libros de Dahl.

Además, y como dato curioso (y necesario conocer), con la compra de este libro colaborarás con las organizaciones benéficas del autor, ya que un 10% de los derechos de autor generados con su venta se dona a ellas. Roald Dahl’s Marvellous Children Charity presta su ayuda a niños con trastornos médicos severos y en situación de extrema pobreza. Desde Roald Dahl Museum and Story Center fomentan el amor por la lectura, la escritura y la creatividad.