Otra de las ciudades que conocimos este verano fue Logroño. Casi todo el turismo que hicimos aquí fue arquitectónico, pero encontramos un lugar para que los niños «descansasen» de tanta iglesia, ja, ja, ja, ja. Junto al río Ebro, en lo que hace años fue el Matadero, se encuentra La Casa de las Ciencias de Logroño, un lugar para que los peques aprendan de manera lúdica y práctica, gracias a las exposiciones temporales de gran interés educativo tanto para niños como para mayores.
El edificio se construyó en 1901, y desde 1911 hasta 1981 funcionó como Matadero Municipal. Está considerado uno de ejemplos más interesantes de la arquitectura industrial de Logroño.
Desde 1999 el edificio se convierte en La Casa de las Ciencias. En su planta baja encontraremos cuatro salas de exposiciones temporales. En la primera planta, a la que se accede por una escalera volada desde el vestíbulo, hay una sala de conferencias, aulas y talleres.
Al llegar serás recibido por una réplica de huellas de terópodo encontradas en el yacimiento Los Cayos, en La Rioja.
Réplica de huellas de Terópodo |
Las exposiciones que encuentras en La Casa de las Ciencias de Logroño son temporales, así que si vas encontrarás otras que no son las que vas a ver en este post (pero seguro que son igual, o más, de interesantes); puedes consultar la agenda de las próximas exposiciones y talleres aquí. Este verano pudimos ver «¿Juegas?¡Pensamos en energía!» y «El deporte por dentro».
Esta primera exposición viene de la mano de la Fundación Gas Natural Fenosa. Gololo y Toin se lo pasaron muy bien (a pesar de lo encima que estaban las personas encargadas de vigilar la exposición…) probando las distintas formas de generar energía.
Gracias a diversos juegos y actividades, esta exposición lúdica y participativa logra que, a través de los sentidos, los peques experimenten y se familiaricen con la naturaleza, características, producción y distribución de la energía tan presente y necesaria en nuestro día a día.
Conocemos bien la energía que nos rodea? ¿Cómo somos capaces los seres humanos de producir energía? ¿Cómo se creaba la energía en el pasado, sin la tecnología de nuestros días? ¿Qué herramientas utilizamos hoy para producir energía y para que ésta llegue a nuestros hogares? ¿Qué coste económico tiene la energía y qué hábitos de eficiencia hace falta que tengamos para no derrocharla?
La otra exposición de la que disfrutaron los peques en La Casa de las Ciencias de Logroño fue la de «Deporte por dentro», cuyo objetivo era relacionar deporte y ciencia explicando, por ejemplo, cómo se cumplen las leyes de Newton en la práctica deportiva, o por qué es tan importante que los deportistas controlen su centro de gravedad…
Además de varios juegos que los peques pudieron probar, la exposición contaba con 70 piezas de material deportivo histórico y actual (equipaciones, galardones, materiales, recuerdos…etc).
Pero no toda la diversión y el conocimiento están entre las paredes de La Casa de las Ciencias de Logroño… En su exterior, y con la maravillosa vista del río Ebro, Gololo y Toin se lo pasaron pipa con todo lo que encontraron en el Jardín de la Ciencia…
Pudieron experimentar con el juego del eco, piedra musical, xilófono, balancín musical, telescopio de sonido y baldosas saltarinas… Y un jardín de rocas, cuyos ejemplares proceden de diferentes puntos de la Comunidad Autónoma de La Rioja.
Piedra musical del Jardín de las Ciencias |
Xilófono del Jardín de las Ciencias |
Parábola del sonido en el Jardín de las Ciencias |
Sin duda un lugar original donde los peques pueden disfrutar de un buen rato de diversión curioseando y aprendiendo sobre ciencia y tecnología. ¿Has visitado alguna vez La Casa de las Ciencias de Logroño con niños?
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