¿Por qué tus hijos tienen que escribir más en papel? 

¿Por qué tus hijos tienen que escribir más en papel? 

Escribir a mano se está perdiendo. La tecnología está cada vez más presente en nuestro día a día para facilitar muchas tareas, pero cuando se trata de aprender, la escritura en papel debería ser primordial

La pandemia de la COVID-19 trajo consigo una digitalización a todos los niveles. Las nuevas tecnologías pasaron a jugar un papel esencial en las aulas, siendo cada vez más frecuente la entrega de trabajos escolares a través del ordenador. Según explica Rosario Lamela, profesora y creadora del método de cuadro-vía Lamela para iniciar a los niños en la escritura “las nuevas tecnologías han llegado para quedarse y sobre todo para ayudar en la enseñanza en los niveles más altos, de todas formas, su aportación a la escritura es destacada pero no imprescindible, ya que en esta intervienen muchos factores que no nos pueden dar el uso de los dispositivos electrónicos”. Potenciar en nuestros hijos la escritura a mano tiene muchos beneficios y por ello algo que todos los padres deberían fomentar desde casa.

La escritura en papel potencia diferentes habilidades, no solo la de escribir, sino la de la concentración y la memoria dada la alta intensidad de actividad neuronal. Como añade la profesora, escribiendo logramos “destacar la motricidad fina, el fortalecimiento de los músculos de las manos y dedos, lo que nos da precisión a la hora modelar cada letra. También desarrollamos la lateralidad y el ritmo, que junto con la ordenación del espacio temporal nos facilitan la mejora de la atención”. Se trata de una buena técnica para retener mejor la información. 

A día de hoy son muchos los métodos que están a nuestra disposición para acompañar a los niños durante este proceso, bien sea desde la creatividad, o desde métodos mucho más rigurosos como el de la cuadro-vía Lamela. Esta metodología combina las ventajas de dos pautas más utilizadas, la cuadrícula y las dos rayas, un diseño sencillo pero efectivo.  Y es que cuando los más pequeños comienzan a escribir, su sentido del espacio es diferente al de un adulto, por eso “necesitan de mucha amplitud para desarrollar esa motricidad fina y ese control sobre sus manos y dedos. La realización de garabatos, trazos y dibujos les ayuda a crear una percepción más clara de dónde ubicarse, de establecer los límites del lienzo en blanco que se presenta” explica Rosario.

Es por eso que la característica más destacable de esta pauta es cómo facilita a los niños la escritura ubicándolos perfectamente y haciendo que tanto en altura como en anchura sus letras sean adecuadas y motiven al pequeño durante el proceso. 
Es importante tener en cuenta que cada niño lleva su propio ritmo y por ello no debemos forzar el aprendizaje de habilidades o conocimientos para los que no esté preparado. Cada persona es diferente y es importante adaptarse, lo que sí que está claro es que, que nuestros hijos escriban a mano es esencial para su desarrollo.

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