Televisión en las habitaciones infantiles, ¿sí o no?

Dependiendo de la edad de tus hijos o hijas la respuesta a esta pregunta puede ser bien diferente. Está claro que la televisión o el resto de pantallas (tabletas, videoconsolas, televisores 4K, smartphones…etc) bien usadas y durante tiempos prudenciales no tienen por qué ser un problema para nuestros pequeños, al contrario. Pero también sabemos ya (a estas alturas) que un uso excesivo de la televisión reduce la interacción entre la familia y limita el juego creativo de los más pequeños de la casa.

Además, según la AAP (Academia Americana de Pediatría) también puede interrumpir sus rutinas de sueño o alimentación. Sobre todo, su uso es completamente innecesario en menores de dos años de edad porque en estos primeros meses de vida-claves para el desarrollo de los niños y niñas- «no tienen la capacidad mental para comprender lo que están viendo».

Teniendo esto claro, en algún momento puede surgirnos la idea de poner en la habitación de los pequeños una televisión para que la vean allí o para que conecten sus videoconsolas. En nuestro caso esto sí se nos ha pasado por la cabeza en alguna ocasión pero, tras quitar la de nuestra habitación porque no la usábamos, decidimos que estas estancias serían para descansar y cuando los peques quieran jugar a cualquier cosa en su habitación con los amigos pueden hacerlo, pero ver programas de televisión, videos de YouTube, consultar cosas en el ordenador o jugar a sus videoconsolas lo harán en el salón de modo que, en la medida de lo posible, podamos controlar lo que ven, hacen y escuchan. No nos olvidemos de que tienen 10 y 7 años, tendrán mucho tiempo por delante para encerrarse en su habitación con este tipo de aparatos… Y entonces perderemos parte del control.

Como en todo, esto es una decisión que toma cada familia pero podemos tener en consideración algunos de los motivos que nos dan los expertos para no poner a edades tempranas una televisión en la habitación de nuestros hijos e hijas:

1. Evitar que los peques se aíslen, encerrándose en su habitación dejando de compartir cosas con el resto de la familia e, incluso, con otros amigos y amigas.
2. Que su descanso se vea afectado si se duerme viendo la televisión como norma general, o que al despertarse por la noche la encienda.
3. Que los contenidos que vean no sean los adecuados a su edad (aunque pongamos control parental o bloqueos siempre se nos puede escapar algo…) o su madurez.

Por el momento Gololo y Toin hacen poca vida en su habitación (solo para estudiar y cuando vienen amigos o primos), así que todos en casa «disfrutamos» de lo que ellos quieren poner en la pantalla ja, ja, ja, ja, ja.

¿Tienen tus peques televisión en las habitaciones? ¿Te la han pedido ell@s?