Los libros de nuestra infancia

Los libros de nuestra infancia

Para celebrar este 23 de abril, Día del Libro, hemos preparado este post tan especial con la ayuda de mucha gente a la que quiero agradecer que acogiesen con tanto cariño mi iniciativa, que le robasen unos minutos a sus trabajos y quehaceres para pararse a pensar, para recordar… «¿Qué libro marcó mi infancia?». Y aquí está plasmada, en forma de libros, la infancia de algunos de los escritores que hoy, sin duda, marcarán la de nuestros hijos e hijas. ¿Quieres saber qué cuentos, tebeos, colecciones de libros, fueron los que más impresionaron a algunos de los escritores más leídos por nuestros peques?

Libros e historias que marcaron la infancia de…

Luis Amavisca

Artista, editor y escritor. De Luis habrás leído junto a tus peques cuentos tan impresionantes y que sacuden tu interior como son Los Gulinos o La Princesa Li, editados en NubeOcho. 

La señora Frisby y las ratas de Nimh. “Yo tenía unos 8 años cuando leí este libro y me impresionó profundamente. Eran tiempos en que quizás no había tanta variedad y tanta oferta de libros, y recuerdo que me lo regalaron y lo leí varias veces. Me encantó esta historia de ratones más inteligentes que los humanos. Escondidos en su rosal tenían una arquitectura, luz, máquinas… y un mundo propio. Bien podrían existir en nuestro mundo y no lo sabríamos. Me llamó la atención que los protagonistas sean los ratones (y las ratas) y que los humanos son los malos, los que que investigan con ellos sin ningún tipo de prejuicio. Una maravillosa novela que habla de magia, de sentimientos, de crecimiento personal, y de la crueldad humana con la que por desgracia nos encontramos en nuestro camino desde la infancia. Un clásico imprescindible. Lo escribió Robert O’Brien en 1971.»  

Susanna Isern

Psicóloga y escritora de libros maravillosos que son medicina para nuestros pequeños como «No me han invitado al cumpleaños«. 

El zoo de Pitus de Sebastià Sorribas y publicado por la Galera. Un libro que me fascinó por su originalidad y por todo aquello que eran capaces de hacer los niños del barrio por su amigo Pitus. Una historia que creo que deberían de leer todos los niños, es muy recomendable.»

José Carlos Andrés

Enamorado del teatro, del clown y de hacer magia con las palabras ayudando a los peques a superar obstáculos, miedos y otras barreras con libros como Mi papá es un payaso o los Miedos del Capitán Cacurcias y siempre dispuesto a jugar a los cuentos

«Lo primero que leí fue un tebeo (así se los llamábamos antes): Sack el tristón. Es especial por ser el primero y porque me lo regaló mi padre un día que fuimos a una tienda de venta y cambio de novelas a Cuatro Caminos (Madrid). ¡Aún recuerdo aquel momento! Fue mágico. Mi padre salió con sus novelas de Marcial Lafuente Estefanía y yo con algo que me marcó para siempre. Luego vinieron muchos otros: DDT, Tio Vivo, la colección de libros de DUMBO (historietas de la factoría Walt Disney), Mortadelo y Filemón, Don Miki…Seguí leyendo historietas hasta que pasé a leer cómics, ¡que es lo mismo!, con Asterix y Obelix, Lucky Luke, y todos los del gran Carlos Giménez. Los libros llegaron más tarde, de la mano de mi hermana, heredados y recomendados por ella, porque en el colegio al que iba… NO LEÍMOS NI UN LIBRO (¡menudo profesorado que había!). Menos mal que mis padres, aunque la situación económica era mala, nunca pusieron pegas para comprarme un libro o un cómic.» 

Gemma Merino

Ilustradora y autora de La vaca que se subió a un árbol, un maravilloso cuento que enseña a no conformarse e ir más allá. Ganó el premio Macmillan en 2011 con su anterior (y primer) libro El cocodrilo al que no le gustaba el agua.  

Matilda, de Roald Dahl

«La verdad es que de pequeña no tuve demasiados libros en casa, pero los pocos que tenia los leía constantemente. Recuerdo que la serie de libros de TEO me gustaban mucho, y con ellos aprendí a leer. Mi madre me llevaba mucho a la biblioteca y me pasaba un buen rato en la zona infantil, los cuentos de la Familia Barbapapá eran definitivamente mis favoritos, y recuerdo que me entusiasmaba cuando descubría uno nuevo de la serie en la estantería.Pero quizás, si he de escoger un libro que me impactó, sería Matilda, de Roald Dahl, con ilustraciones de Quentin Blake. Es una historia que lo tiene todo, y aun hoy esta entre mis favoritos.»  

Carmen Gil

Tus hijos la conocerán sí o sí, lleva a sus espaldas más de noventa obras traducidas a una quincena de idiomas y con sus rimas enseña locas y divertidas historias a los peques. Nosotros, en casa, estamos enamorados de sus Versos de cuento, entre otros. Por algo tiene numerosos premios :).  

«Una Navidad, los Reyes Magos me trajeron el regalo que recuerdo con más cariño: una colección de cuentos de hadas del mundo, editados por Reader’s Digest. Eran libros hermosamente ilustrados, con las cubiertas color pastel. Blanca Nieves y los siete enanos, La princesa que murió de amor, La casa de los gatos, La sirenita, Rapunzel, Simbad el marino, Los músicos de Bremen, Las tres cabras monteses… y un montón de relatos que me hicieron pasar momentos mágicos y despertaron en mí el amor por la lectura −que ahora es casi una adicción−. Los leía, los releía, y los volvía a leer hasta que casi me los sabía de memoria. Eran diversión, emoción, aventura, hogar, refugio… Y todavía, cuando veo alguna de sus ilustraciones, siento cosquillas por dentro. Son trocitos de mi infancia. A esta colección le siguieron los tebeos de Mortadelo y Filemón y los cuentos troquelados de Ferrándiz, que mi padre me compraba cada domingo en una visita familiar a la librería; los libros de Enid Blyton; la saga de Puck… Y tantos y tantos libros, que han ido hilvanando mi vida.» 

Sara Cano

Sara tiene detrás un currículum impresionante dedicado a las letras. Si ya conoces La guerra de 6A (alérgicos a 6B) sabes que su lenguaje fresco conecta con los peques de la casa (a partir de unos ocho años). 

«La verdad es que me costaría decidirme solo por uno, así que te voy a dar varios: Momo, de Michael Ende, fue un libro que me marcó tanto, que mi primera mascota (una tortuga, por supuesto), se llamaba Casiopea. Me encantaban también los libros de Otfried Preussler, sobre todo Avellanita y su gran sombrero, que es un clásico de la literatura infantil alemana, sobre un duende del bosque con un sombrero mágico con el que corre mil aventuras, (¡el abuelo alemán en duendecillo de Doraemon!), y, del mismo autor, Las aventuras de Vania el Forzudo.

En el panorama nacional, creo que mi autora favorita era Consuelo Armijo: me lo leí todo, todo, todo de ella, pero mis libros preferidos eran las aventuras de los batautos y su humor absurdo. Y tengo que confesar que, aunque Fray Perico, de Juan Muñoz Martín, me hacía reír mucho, mi personaje preferido de este autor era el pirata Garrapata. Y Manolito Gafotas forever. Y ya paro, que me has pedido solo uno, ¡pero es que no soy capaz de decidirme!»      


Y, uniéndome a estos maestros de las letras, os diré cuáles fueron algunos de los libros favoritos de mi infancia. En realidad, como te pasará a ti seguramente, tengo muchos libros en mi memoria con los que pasé buenos ratos, pero se trata de “quedarse con alguno”, así que, sin duda, Cuando Hitler robó el conejo rosa (de Judith Kerr) y Aura Gris (de Pilar Molina Llorente), son las historias que más me impactaron; eso sin olvidar algunas de los cruelmente fascinantes cuentos escritos por los hermanos Grimm o Hans Christian Andersen que nos leía mi madre antes de ir a dormir :).

¿Te ha traído este post algún recuerdo de la infancia? ¿Sí? Párate un momento y piensa en qué libro te marcó y ¡cuéntamelo! ¡Feliz Día del Libro!

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