Creíamos que no llegábamos… ¡Uf! Desde el jueves Gololo estuvo rarillo, tenía dolor de tripa, carita de cansado, tos, mocos… ¡Y al día siguiente teníamos su fiesta en el parque de bolas! Así que el viernes no fue al cole a ver si descansaba y así podía darlo todo con los “colegas» por la tarde. Y aguantó, vaya si lo…