Frente al imponente mar Cantábrico, encontré estas vacaciones de primavera El Bosque de la Maga Colibrí. No había apenas locales abiertos debido a las festivas fechas, pero el Bosque era uno de los que te invitaban, con un grito silencioso, a pasar y a perderte en sus estanterías. Entré mientras Toin y Marido paseaban por la playa, deleitándose con el…