Me encanta ver esos anuncios llenos de casas ordenadas, espacios blancos, luminosos y grandes. Me encantan esos niños felices, sentados alrededor de una mesa, junto a sus padres de sonrisa blaaaanca como la nieve y abuelos juveniles. Todos preparados para echarse unas risas con el juego de mesa de turno. Todos respetando turnos, en armonía y amor. Echando la tarde…