ECO 4D
Estoy visiblemente decaída por las pruebas adicionales a las
que me voy a tener que someter durante el embarazo. Jota decide coger el toro
por los cuernos y ofrecerme una actividad que seguro me sube la moral: ir a
hacer a Lentejita su primer book de fotos
a lo 4D.
Ha dado en el clavo.
Emocionada, y tras barajar varias clínicas, llamo a una de las más
cercanas y nos dan cita incluso un día antes de cumplir la semana 27. La chica que me atiende por teléfono me
recomienda beber mucha agua antes de ir y que no me eche cremita en la barriga
esa mañana.
Me despierto muy contenta y algo nerviosa. Voy a ver la
carita al amor de mi vida. Si antes de conocer a Jota alguien me hubiera dicho
que en esa fiesta iba a encontrar al padre de mis hijos, también hubiera ido
temblando de la emoción. Pero ahora, lo sé. Sé que en apenas una hora voy a ver
los rasgos de mi primer hijo. Estoy
pensando en ello mientras me echo crema tras la ducha. Mierda, tanta felicidad
me nubla y me he untado también en la tripita. Vuelta a la ducha para quitarme
la crema. Decido no echarme después para evitar un nuevo despiste. Estoy tan
emocionada que sería capaz.
La clínica nos permite llevar a más familiares por lo que mi
cuñada se apunta al espectáculo, pero llega tarde, y yo empiezo a refunfuñar. A
Jota se le empieza a agotar la paciencia cuando
conseguimos aparcamiento y entramos. Van con retraso. Esperamos un
cuarto de hora. 15 minutos en los que Jota no dice nada, pero me mira de
soslayo tras tanto reproche en el coche.
Llega nuestro turno, nos pasan a una sala en la que los
familiares se sientan en un sofá mientras que yo me tumbo en una camilla. En unos segundos veo en la pantalla los
claros rasgos de la carita de mi bebé. Y lo primero que pienso es… “¡Qué nariz tiene!”
Cuando Lentejita deja de mover su cara, su nariz se matiza y
suspiro un tanto aliviada. Se queda
dormidito agarrado al cordón umbilical. De vez en cuando bebe líquido amniótico
pero nada más. Ha decido estar tranquilo, ante la desesperación de la chica que
me está haciendo la ecografía que intenta que se mueva para hacerle alguna foto
distinta. Pero Lentejita ha marcado sus ritmos desde que fue gestado, y no va a
cambiar ahora.
La chica me toca la tripa con el dedo para despertarle,
pero lo único que provoca es que
Lentejita se sienta claramente molesto, arrugue el entrecejo y salga en las
fotos con cara enfadado. La cara de enfado más bonita del mundo, he de decir.
20 minutos después, la chica nos da tres fotos impresas y un
DVD con muchas más capturas. Jota y yo
nos miramos con una sonrisa. Conseguido. Al
fin tenemos una foto de Lentejita en nuestro poder. Bueno, una o
trescientas cincuenta exactamente.
6 Comentarios sobre el post
Que momento tan bonito cusntos recuerdos me trae. Gracias por escribir estas cosas
ResponderEliminarGracias a ti x leernos! Un beso!
EliminarPrecioso! Y ahora sí que sí que ya le veis la carita! Enhorabuena família!! ;)
ResponderEliminarGracias guapa! Se parece a esa eco ;). Un beso!
EliminarTraduzco la foto: Por favooor que alguien se lleve a la pesada del monitor y el dedito que quiero dormiiir. ¡Es un momento precioso! Un besazo familia.
ResponderEliminar¡Jajajaja! Pobre! Seguro q algo parecido andaba pensando ;). Gracias guapa! Besos!
EliminarY tú, ¿qué opinas? ;)